Este miércoles 6 de octubre el Museo Histórico Cornelio de Saavedra (Crisólogo Larralde 6309) cumple 100 años de existencia. Es el primer museo de la Ciudad de Buenos Aires y hace 80 años que está emplazado en la antigua quinta de Luis María Saavedra, en el Parque General Paz del barrio de Saavedra. Cuenta con un patrimonio de más de 24.000 objetos, cuya variedad permite obtener una amplia visión de la historia de Buenos Aires, según manifiestan sus autoridades.

El museo del barrio atraviesa un proceso de obras edilicias, iniciado meses atrás. “Mientras terminamos las reformas edilicias, preparamos muchas sorpresas virtuales que les iremos presentando a lo largo del día, también van a poder dejarnos sus saludos y deseos en nuestra redes sociales”, indican sus responsables.

Además, desde hace meses se han realizado conversatorios en el marco del “Camino al Centenario”, en los cuales se reflexionó sobre la importancia del patrimonio del museo y cómo se ha consolidado a lo largo de las décadas y las generaciones.

En redes sociales, la Asociación de Amigos del Museo Saavedra compartió la foto de una torta con velitas y la leyenda “Feliz Centenario”. “Esta torta realizada por las amorosas manos de Adriana simboliza la calidez con que cada día trabajan quienes planifican, programan, realizan y comunican las actividades del Museo Histórico Saavedra”, añadieron.

El 6 de octubre de 1921 abrió sus puertas el Museo Municipal de Buenos Aires, luego devenido en el museo histórico del barrio. Esa fecha se toma para conmemorar el centenario.

Con la apertura del museo municipal se cumplió el deseo de Ricardo Zemborain (1872-1912), quien por voluntad testamentaria “había legado sus colecciones artísticas e históricas a la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires”, indica una reseña del Ministerio de Cultura porteño en ocasión del centenario del Museo Saavedra.

La primera sede se ubicó en Corrientes 939. En 1936, debido al ensanche de la calle, se mudó a Cerrito 281 y en mayo de 1937, a Quintana 84-88.

En cuanto a la llegada al barrio de Saavedra, en 1941 la Comisión Interventora de Vecinos del Concejo Deliberante resuelve destinar “el edificio existente en la ex estancia Saavedra para sede del Museo” y decide darle el nombre “Cornelio de Saavedra”.

Fuentes oficiales explican sobre el actual emplazamiento: “La sede actual del museo fue la casa de la chacra de Luis María Saavedra, construida entre 1870 y 1880, típica villa familiar de arquitectura italianizante, planta en forma de “U”, techos de azotea con pretil y pórtico de líneas corintias; contaba también con dependencias para el personal de servicio, vivienda para el mayordomo, cocheras, galpones para la cría de toros y caballos, corrales para ovejas, cabras y cerdos, un hermoso palomar y un tambo”.

Añaden: “El arquitecto Manuel Domínguez modifica la casa adaptándola al estilo de las quintas aledañas a Buenos Aires de la primera mitad del siglo XIX. La obra significa la mutilación de la hermosa casona de Luis María Saavedra, típico exponente de la arquitectura de la segunda mitad del siglo XIX. Así, el 25 de mayo de 1942 el primer museo de la ciudad abre sus puertas en su nueva y definitiva sede”.

“Poco después, en 1947, se decide integrar las colecciones del Museo de la Ciudad de Buenos Aires que funcionaba en Fray Cayetano 65, del barrio de Flores. Se recuperan parte de sus colecciones y, con ellas, su propósito original vinculado con la historia de la Ciudad desde su fundación hasta el presente. En 1964 se incorpora un segundo edificio y en 1980, con motivo del notable incremento patrimonial, un tercero con el que se conforma la actual estructura edilicia”, detallan.

“En sus diez salas de exhibiciones permanentes se expone el patrimonio del Museo, que desde 1921 se fue enriqueciendo a partir del núcleo fundacional de Ricardo Zemborain, cuyo objeto es ofrecer diversas reflexiones sobre la historia, la política, la economía y la vida social a partir de sus colecciones de platería urbana, mobiliario y objetos de arte y decorativos, peinetones y alhajas femeninas (de las colecciones Miguel Gambín y Zemborain), vestimenta y elementos de las modas y las costumbres masculinas y femeninas de siglo XIX, y platería rural (de las Colección Alfredo y Sara Davis de Keen)”, concluye el repaso sobre la historia del museo.

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