El Barrio
Haydeé Isaurralde, pintora y científica de Saavedra: cercanía con Alfonsina Storni, cuadros en todo el mundo y amor por la escritura
Se desempeño en la Comisión Nacional de Energía Atómica y publicó varios libros de poesía y prosa. “Hice una carrera científica y siempre le fui fiel al arte”, bromea ante Saavedra Online.
“Toda la vida estuve ligada al arte”, dice a Saavedra Online la vecina, pintora y científica Haydeé Isaurralde, quien desde chica combinó el amor por las pinceladas y las matemáticas. Sus cuadros están presentes en galerías del país y del exterior y además ha publicado varios libros de poesía y prosa.
La artista en la actualidad reside en su casa taller de la calle Arias al 3200 y este fin de semana ha sido parte de la nueva edición de La Tarde de los Talleres, una jornada de estudios abiertos organizada por el área de Cultura de la Comuna 12. “Me encanta mostrar mi obra”, se alegró sobre la propuesta de la cual fue parte.
Su extensa producción recrea escenas cotidianas a través composiciones y pinceladas crudas y contundentes. Las escenas retratadas tienen gran impacto visual. Hay escenas urbanas y también momentos ligados a la naturaleza y el descanso veraniego. Las formas y la potencia de luz son constantes en sus trabajos.
“Desde chica me gustaba la pintura y también la ciencia, porque amo las matemáticas”, destaca la creadora a Saavedra Online.
La vecina es hija de Alfredo Avelino Isaurralde y Haydée M. Ghio. Destaca que ella fue poeta y escritora. Publicó textos, entre otros medios, en “Caras y Caretas” y “La Prensa”. Su primer libro de poesías fue “La mujer en sus versos” (1928), al que le siguieron obras como Ámbar (1942) y “Carbonilla. Cuentos para niños” (1953).
Además, es autora de “Intervalo”, obra teatral estrenada en el Teatro del Pueblo en 1945. Era amiga cercana de Alfonsina Storni y otras poetas de la época como Margarita Abella Caprile y Mary Rega Molina.
“Tuvo alma de poeta, siempre atenta a su creación”, la recuerda la vecina de Saavedra en su libro “A mi madre”, el cual dedicó a homenajearla y reconstruir su obra. La tapa es una pintura suya en la que ilustra a su madre sentada mientras escribe y la luz del exterior ilumina su figura.
Es de destacar que Haydée M. Ghio realizó algo similar: existen registros de un poema suyo que dedica a la madre.
De chica, Haydeé residió con su familia en la zona del Abasto, en Córdoba y Ecuador. Luego se mudaron “muchas veces”. Por las mañanas estudiaba en el Lenguas Vivas y de tarde se dedicaba a la pintura y el dibujo: “Iba a un taller en el Pasaje Barolo que tenia Cesáreo Díaz”. Fue un dibujante y pintor destacado de la época y ha sido una de las claves en la formación de la vecina de Saavedra.
Más tarde estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes “Ernesto de la Cárcova”, con especialidad en pintura. Una vez egresada, se desempeñó como docente en colegios primarios y secundarios.
“Hice una carrera científica y siempre le fui fiel al arte”, bromea. Su otra pasión, las matemáticas, la llevaron a doctorarse en Ciencias Químicas de la Universidad de Buenos Aires y luego a trabajar como científica en la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA).
“Estuve en la sede de la avenida del Libertador (en Núñez) y en el Centro Atómico Constituyentes (en San Martín)”, recuerda la vecina.
De hecho, varias de sus obras figuran dentro del catálogo de obras de arte de la CNEA.
Al equilibrar ambos mundos, la artista ha expuesto sus obras en varios sitios destacados como el Museo de Bellas Artes de La Plata, Museo Provincial de Catamarca, la Asociación Estímulo de Bellas Artes, el Palais de Glace de Recoleta, la Sociedad Argentina de Artistas Plásticos y el Museo Quinquela Martín de La Boca.
Sus cuadros también atravesaron las fronteras y llegaron a distintos rincones del mundo, como la Universidad Notre Dame de Estados Unidos. “Tengo también obras en Francia, tengo desparramados por todos lados”, indica la autora.
La vecina define a la escritura como “parte de su esencia”, lo que la llevó a publicar distintos libros. En 2019 lanzó “Recuerdos del antes y el después” con Prosa Ediciones. Le siguieron “Mutantes” (2020) y “Línea de vida”. La biografía de su madre, por la cual recibió el premio Roberto J. Payró. También obtuvo el diploma de honor “Jorge Luis Borges” en 2021 por su obra “Conocí a Borges”. “Mutantes” obtuvo el primer premio “José Hernández” de la Sociedad Argentina de Escritores Internacional con sede en Mercedes, Buenos Aires.
Más allá de los sitios a los que ha llegado su obra, la vecina destaca que sigue activa y motivada y que, como en los comienzos, la pintura y la ciencia son pilares y motores en su día a día.
Poesías aparecidas en “Línea de vida”:
MISTERIO
Misterio
amigo mío
que acechas
en el tiempo
me sorprendes,
a veces,
sin quererlo.
Sensación imprecisa
de presencia y ausencia
certidumbre de duda
agrio sabor a niebla.
No atormentes mi noche
no abrumes mi silencio
misterio,
amigo mío.
Solo pido una tregua.
CANSANCIO
Se escapa un gran cansancio
de mi cuerpo
y me deja vacía.
También es un refugio la tristeza.
AÑoro la tristeza.
La tristeza perdida.
La picana
que retumba
que retumba
ya no llama
vaga ausencia
extraña calma
calma lenta
calma amarga
gran vacío
en mi alma.
EL FESTÍN DE LA VIDA
Día a día se esfuma
ese hálito fresco
que transmite la esencia
sublime de la vida.
Y transcurre, monótono,
oscuro y lento el tiempo.
Mientras queda, latente
la sustancia dormida.
Aparecen, a veces,
destellos imprevistos.
Son impactos fugaces
de extrañas armonías,
de milagros ocultos,
de dichas escondidas.
Solo llegan migajas
del festín de la vida.
ASISTIRÉ A MI MUERTE
Asistiré a mi muerte
con la misma
asombrada mirada
que un día
me descubriera el mundo.
Y ese largo camino
acostumbrado
de mi casa a la otra
sin recelo
recorreré
serena
entusiasmada
por haber encontrado
otro suelo.


