Se cumplen 44 años de la masacre de los curas palotinos en la parroquia San Patricio de Villa Urquiza

Los sacerdotes Alfredo Leaden, Alfredo Kelly y Pedro Duffau, y los seminaristas Salvador Barbeito y Emilio Barletti fueron acribillados por un grupo de tareas criminal despachado de la Escuela de Mecánica de la Armada (ex ESMA) la madrugada del 4 de julio de 1976, cuando se hallaban descansando en dependencias de la parroquia de San Patricio, ubicada en el vecino barrio de Villa Urquiza.

Los cuerpos de las víctimas fueron alineados en el piso, para que así los encontraran por la mañana, junto a pintadas y carteles insultantes. El aberrante hecho fue conocido como la Masacre de San Patricio.

Estos mártires llevaban a cabo su misión pastoral principalmente en el Bajo Belgrano, donde había villas miseria, tal como recuerda hoy en una crónica publicada en Télam el periodista Oscar Taffetani, quien a su vez evoca la labor periodística, clave para esclarecer los hechos -que aún no fueron juzgados-, de Eduardo Kimel -autor del libro La masacre de San Patricio– en la década del 80.

Taffetani destaca que “entre los juicios por delitos de lesa humanidad que se encuentran a mitad de camino –por sucesivos boicots de las corporaciones militares, judiciales y hasta religiosas- está el de los mártires Palotinos. Diligencias interminables, exhortos que no se contestan y verdugos que disfrutan de la “impunidad biológica” de dejar que pase el tiempo. Hasta el juicio de santidad de esos Mártires está demorado, por razones que no alcanzan a ser convincentes”.

De este modo, “el atentado más violento que sufrió la Iglesia argentina en toda su historia”, tal como lo caracterizó la congregación religiosa, continúa impune.

En un texto publicado en la Agencia Paco Urondo hoy, Mariano Nieva describe que “en los primeros meses del 76, ya producido el golpe, el padre Alfie Kelly dio un sermón denunciando enérgicamente que se estaban rematando los bienes robados a los/as desaparecidos/as y que feligreses de San Patricio habían participado de las subastas. La homilía pasó a la historia como “el sermón de las cucarachas”, calificativo que Kelly usó para describir a quienes, dijo, ya no podía seguir llamando ovejas de su rebaño. Poco después, Alfie supo que estaba circulando por el barrio una carta en la que un grupo de gente que frecuentaba la parroquia pedía su destitución, acusándolo de “comunista”. El sacerdote escribió en su diario personal sobre su preocupación por el tema. Inquietud que también compartió con sus compañeros durante la última cena que compartirían. Evidentemente, el religioso temía por lo que podría pasar”.

Para recordar el hecho y sus víctimas, y mantener vivo el reclamo de Verdad y Justicia, se han programado reuniones virtuales para este fin de semana.

También habrá una “Misa por los Cinco” este sábado a las 19, y un “Encuentro de Oración y Reflexión” por la tarde, que será trasmitido por Facebook y en donde se podrá participar desde la plataforma Zoom. El domingo 5 de Julio a las 17, con un dispositivo similar, se realizará la “Mateada de los Cinco”.