La Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires celebró este lunes 6 de marzo la Audiencia Pública donde se discutió la Ley de aprobación inicial para sumar el nombre Mártires Palotinos a la estación Echeverría de la Línea B de subtes, en el barrio de Villa Urquiza.

Expusieron, entre otros, Pablo Bocca en su condición de párroco de San Patricio; Rolando Savino, organista de la Parroquia y primer testigo de la Masacre; Roberto Frangella y Horacio Saracco, miembros de la Asociación Civil Mártires Palotinos; Leonardo Orlando y Santiago Barassi, por parte de Jovenes Palotinos-Argentina (JPA); Fernando González del grupo Kevin O’Neill y Ramiro Varela.

La primera lectura se aprobó en noviembre del año pasado, tal como informó Saavedra Online. En adelante el proyecto se volverá a tratar para que ingrese al Recinto de sesiones legislativas, donde recibirá la sanción definitiva.

La bancada de legisladores porteños del Frente de Todos, con su presidente de bloque -y vecino del barrio de Saavedra- Claudio Ferreño a la cabeza, presentó la iniciativa en 2022 con el apoyo de la Mesa por Memoria y DDHH de la Comuna 12. En 2020 se había presentado la misma propuesta, pero perdió estado parlamentario por falta de tratamiento.

Durante la Audiencia Pública de este lunes, el párroco Pablo Bocca remarcó que la propuesta legislativa en tratamiento contribuye “a mantener viva la memoria de nuestros cinco mártires, no solo en el ámbito de la parroquia, sino en la Ciudad de Buenos Aires”, consignó Télam.

Además, la legisladora del Frente de Todos, Victoria Montenegro destacó que “frente a tanto individualismo y frente a tantos discursos de odio, es nuestra responsabilidad reforzar el legado de la memoria para que cientos de miles de personas que transitan por la Ciudad sepan de nuestros cinco mártires”.

Del mismo modo, Ferreño afirmó que este proyecto busca “recordar a los sacerdotes y seminaristas víctimas del terrorismo de Estado, asesinados en la Masacre de San Patricio”.

Acompañamos a la Comunidad Palotina en la Audiencia Pública previa a la Segunda Lectura del Proyecto que presentamos en la Legislatura Porteña (@LegisCABA), mediante el cual proponemos adicionar el nombre "Mártires Palotinos" a la estación Echeverría de la Línea B de Subte, (+) pic.twitter.com/yZ3eXM7dRC

— Claudio Ferreño (@claudioaferreno) March 7, 2023

Ante el primer proyecto, la Mesa por Memoria y DDHH de la Comuna 12 había divulgado una carta donde afirmaba: “Sin duda la imposición del nombre Mártires Palotinos a la actual estación Echeverría, reconoce como bien dice el proyecto, la devoción por los más humildes y la no resignación a aceptar la profunda desigualdad que imponía la dictadura; se sumará a los primeros monolitos y a las cuatro baldosas conmemorativas colocadas por Jóvenes y la Comunidad Palotina junto a La Mesa en el año 2018, en la vereda de la Iglesia San Patricio del barrio de Villa Urquiza”.

La defensa del proyecto de Ley señala que la valentía de los religiosos asesinados “no puede ser olvidada”: “Recordarlos en una estación de subterráneo próxima a la Parroquia de San Patricio como lo es Echeverría de la Línea B es tan sólo uno de los miles de homenajes que se merecen estos verdaderos hombres de servicio”.

Asimismo, se agrega: “La dictadura autodenominada “Proceso de Reorganización Nacional” que tuvo lugar entre 1976 y 1983 pisoteó absolutamente todos los derechos humanos que nuestra legislación nacional y las distintas convenciones internacionales protegieron a lo largo de nuestra historia. En ese sentido, una de sus caras más aberrantes se pudo observar en lo que se conoció como la masacre de San Patricio. Llevada a cabo en la madrugada del día 4 de julio de 1976, durante esa oscura jornada el recientemente instalado gobierno de facto ejecutó nada menos que el asesinato de tres sacerdotes y dos seminaristas de la Congregación Palotina dentro de la Parroquia de San Patricio, en la actual comuna de Villa Urquiza, donde también se encuentra la estación aludida”.

“Tanto los sacerdotes Alfredo Leaden, Pedro Dufau y Alfredo José Kelly como los aspirantes Salvador Barbeito Doval y Emilio José Barletti (víctimas de la masacre) tuvieron una vida de servicio al prójimo, enfocada especialmente en los más humildes”, señala el documento.