El Barrio
A 25 años del crimen de Daniel García, sigue vivo el reclamo de Memoria, Verdad y Justicia
Fue asesinado en 1995, a los 19 años de edad, por barrabravas en la final de la Copa América en Uruguay. Una plaza del barrio de Saavedra lleva su nombre. Su madre anticipa que será reinaugurada.
Este sábado 11 de julio se cumplirán 25 años del brutal asesinato de Daniel García, asesinado brutalmente a los 19 años de edad por un grupo barrabrava tras la final de la Copa América entre Argentina y Chile, disputada en el estadio Artigas de Paysandú, Uruguay, en 1995.
Desde 2015, una plaza del barrio de Saavedra, ubicada en avenida parque Roberto Goyeneche y Vilela, lleva el nombre de esta víctima de la violencia en el futbol, cuyo crimen permanece impune.
Liliana Suárez, madre de Daniel, quien luchó incansablemente para que se haga Justicia y se mantenga viva su memoria, anticipó que se reinaugurará la plaza “que fue lamentablemente deteriorada, mural, cartel, irrespetuosos vándalos han destruido, lo que con tanto amor realizamos”.
Tal como informó este medio, durante largos meses, por la construcción del Paso Bajo Nivel de la avenida Ricardo Balbín, este espacio verde y de memoria fue utilizado como depósito de materiales y como extensión de la calle Vilela hacia Goyeneche: era la salida para los autos que utilizaban el estacionamiento subterráneo del hipermercado Coto, cuando las calles Holmberg y Olof Palme se encontraban clausuradas por los trabajos pluviales en torno al túnel.
En su momento, la entonces diputada nacional Victoria Donda Pérez presentó un proyecto de resolución en la Cámara Baja del Congreso para “expresar el más hondo repudio a la destrucción y utilización para descargar materiales de obra de la plaza de Goyeneche y Vilela, en Saavedra, que recordaba a Daniel Hernán García”.
El texto parlamentario critica que “un espacio de reflexión sobre el flagelo de la violencia en el fútbol y en particular, un espacio público que honra la memoria de Daniel Hernán García, asesinado en la Copa América de 1995 en Uruguay, haya sido flagrantemente destruido por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y cedido sin más a la empresa constructora de una obra vial”.
En la víspera de un nuevo aniversario, la madre de Daniel lamentó que “la impunidad ganó la batalla” pero reinvindicó que “su memoria no morirá jamás”.
Liliana Suárez lamentó “no poder cumplir el homenaje soñado y planeado en tu memoria respetando la cuarentena, cuidándonos y cuidando a todos”, y escribió el siguiente mensaje en redes sociales:
“25 años de años de gran dolor, de lucha incansable ,de promesas incumplidas, de soportar falta de respecto de quien debía suministrar JUSTICIA, de caminatas junto a a las madres y padres que parieron nuestros hijos, que nos unió el dolor, la desesperanza, la impunidad, las madres con las que tan solo una mirada nos comprendemos, cuando necesitamos ese abrazo del que ya no está, y juntas lloramos de los recuerdos, de la ausencia, quienes aprendimos a consolarnos cuando la debilidad se torna inconsolable. Gracias madres guerreras ,solo nosotras conocemos lo que significa perder un hijo, es una lenta agoní, es aprender a vivir con la ausencia física y presente. por siempre en nuestro corazón herido”.
“Dany amado sos mi estrella fugaz que alumbra y protege este camino que me das fortaleza para sobrellevar todos los problemas que nos causaron tu crimen, la salud de papá que nunca pudo superar tu partida injusta. Siento un profundo orgullo por lo que has sembrado en tu corta vida, amigos maravillosos, admirables que siempre te recuerdan y levantan la bandera bien alta por MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA”.
“TE AMAMOS CON TODA EL ALMA HIJO QUERIDO ,que siempre brille la luz q no tiene fin y tengas mucha paz en el paraiso celestial ![]()
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Un agradecimiento muy especial a Graciela Muñiz, ex defensora adjunta, mi ex jefa y amiga que me ayudó y contuvo siempre con mucho amor junto a todos mis compañeros que trabajabamos juntos, no me olvido de ninguno, y les estoy eternamente agradecida por tanto a todos mis ex compañeros, con algunos de ellos seguimos compartiendo el trabajo en la defen ,en distintas áreas ,y a mis compañeros actuales de RRHH que los quiero mucho, mil gracias a todos, a todos los periodistas que me acompañaron año a año y hacen que su memoria no muera, es lo que le prometí en su último adiós, que su cara iba a recorrer el mundo, que la impunidad ganó la batalla ,pero su MEMORIA NO MORIRA JAMÁS”.
La tragedia sin razón detrás del nombre de la plaza
Crónica del diario uruguayo La República.
El 11 de julio de 1995, Daniel Hernán García tenía 19 años. Cursaba el quinto año y era hincha de Boca, pero no fanático del fútbol. Sin embargo, lo tentó una invitación de un compañero del colegio y viajaron juntos a nuestra ciudad para presenciar cómo Argentina le ganaba 4 a 0 a Chile en un partido por la Copa América.
Ocupaban la combi a medias por la hinchada calamar y la de Defensores de Belgrano. El joven ingenuo, de larga melena rubia, ignoraba que existía un tenebroso pleito entre la hinchada de Defensores y las de Morón y Tigre.
Cuando se aprestaban a subir a las combis para su viaje de regreso, en una oscura calle de Paysandú, a dos cuadras del Estadio Artigas, sufrieron una emboscada de los barrabravas de Morón y Tigre. Un palazo sobre el parabrisas de uno de los vehículos marcó el comienzo del ataque. Una de las combis logró huir rápidamente del lugar, derrapando, pero dos fueron cercadas por una veintena de personas que obligaron a los ocupantes a descender, para ser ferozmente golpeados. A las cadenas se sumaron los cuchillos y algún estilete adosado a una manopla.
El infortunado Daniel García recibió una cuchillada en el abdomen y otra cerca del corazón, se desplomó, y se sintió morir sobre la calle solitaria. Junto a Daniel cayeron heridos Martín Vera, de 25 años de edad que recibió una cuchillada en el vientre que le afectó el intestino delgado, Gustavo Fabián González, de 18 años, sufrió herida puntiforme en el hígado y Sebastián Sergio Portilla, de 20 años de edad, tuvo un corte en la axila derecha.
Los agresores lograron huir con suma facilidad. Daniel García fue derivado al Hospital Escuela del Litoral, en el que murió momentos después a raíz de un paro cardíaco causado por la abundante pérdida de sangre.
El día de la inauguración de la Plaza, a 20 años del brutal crimen de su hijo, Liliana Suárez de García, dijo en declaraciones a Clarín: “Será un espacio para ejercitar la memoria. Yo le juré a mi hijo ante la tumba que su nombre iba a estar en todas partes, que no nos íbamos a olvidar de él. Y todo lo que pueda hace mantener viva su memoria bienvenido sea”.
“Me acuerdo del abrazo que me dio ese día antes de irse, el mismo día del partido. Llovía y hacía un frío impresionante. Le dije que tenga cuidado y él me levantó en brazos y me dio besos, que nunca más volvieron. Me dejó marcada con sus besos y sus abrazos”, rememoró Liliana, quien luego de esa noche trágica, viajó muchas veces a Uruguay para tratar de encontrar esa justicia que nunca llegó.



