Durante una charla informativa celebrada este domingo, vecinos del Parque Saavedra que rechazan la regeneración del Arroyo Medrano a través de un canal de agua de napa realizaron una intervención para mostrar “la superficie verde que se perdería” con esta obra impulsada por el Gobierno porteño.

De este modo, marcaron con cintas y postes el terreno donde se extendería el nuevo canal de agua para mostrar las dimensiones que abarcaría. Utilizaron de referencia el paso subterráneo del Medrano, que se puede seguir a través de la presencia de bocas de tormenta.

Además, a lo largo de las cintas que demarcaban la presencia del arroyo artificial colocaron cartes con distintas leyendas. Entre ellas: “Es una obra inútil que no sirve para mitigar las inundaciones le cuesta a los ciudadanos $6.000.000.000 equivale a 300 tomógrafos computados y le saca al Parque Saavedra más de 5.000 metros cuadrados de superfice verde y absorbente. Basta de cemento”.

“Esto es donde supuestamente el GCBA quierere construir el arroyo artificial o zanja como decimos nosotros. Esto es lo que necesitamos evitar, que se pierda todo este espacio absorbente que usan hoy los ciudadanos de Saavedra y la Ciudad. Esto es un pulmón verde”, indicaron a Saavedra Online en la asamblea El Parque Saavedra No Se Toca, impulsores de la jornada del domingo.

Esta asamblea, que reúne a vecinos independientes y fuerzas vivas del barrio, desde fines del año pasado está movilizada contra la obra de regeneración. La de este domingo se suma a otras tantas charlas informativas y acciones públicas para mostrar la negativa.

En cuanto a la pérdida de superficie verde, fuentes oficiales el año pasado habían explicado a Saavedra Online que alrededor del canal se iban a construir unas pendientes con flora nativa para recuperar los metros cuadrados suprimidos para garantizar la presencia de agua.

Además, habían indicado que el curso de agua iba a tener un recorrido distinto (meandroso, en zigzag) al entubamiento actual del Medrano (recto).

Fuentes de la Secretaría de Transporte y Obras Públicas recientemente informaron a Saavedra Online que no había novedades con respecto a la licitación pública para la obra de regeneración. Se pensaba hacer el trámite entre enero y febrero de este año para comenzar las labores en mayo e inaugurar en febrero de 2023. De este modo, los plazos se posponen y hay poca certidumbre al respecto, puesto que se espera también una audiencia pública y la difusión de estudios de impacto ambiental.

Sobre otros aspectos de la obra pensada por el GCBA, fuentes oficiales habían dicho a Saavedra Online que el cauce será meandroso (con curvas naturales) a lo largo de 500 metros en sentido sur-norte (de la altura Paroissien y Roque Pérez hasta García del Río y Pinto) hasta volver a entrar bajo tierra, mediante una clapeta (válvula). No hay riesgo de dengue porque el agua circulará permanentemente de sur a norte, se renovará de forma constante.

Debido a la contaminación del Arroyo Medrano (químicos que tiran empresas y basura que ingresa por los sumideros) su agua no se va a poner “en superficie”, sino que continuará corriendo dentro del entubamiento.

“Los entubamientos son eficientes para la gestión de riesgo hídrico, pero no se va a poner esa agua en superficie. Vamos a regenerar un cauce natural con agua limpia de napa”, dijeron los funcionarios del GCBA. No hay riesgo de que un día de lluvia intensa el agua contaminada emerja debido a la presencia de la válvula, se añadió.

Está previsto que las obras no afecten las instalaciones actuales ni las circulaciones existentes: los principales caminos que hoy tiene el Parque serán puentes que cruzarán el Arroyo “de agua limpia”.